lunes, 4 de abril de 2016

Un momento de reflexión sobre nuestra forma de ser:
NOSOTROS... LOS ESTÚPIDOS CONSUMIDORES 
#1:LA ROPA

    Quien diga que no comete una estupidez diaria no es digno de ser creíble, es un cruel, vil y terrible mentiroso... 
    Quien comete la misma estupidez todos los días es realmente... humano. 
   ¿Qué quiero decir con eso?

    Somos humanos y ello habla sobre que no somos perfectos. Para colmo de males somos todos consumidores, es decir, en nuestro planeta hay casi ocho mil millones de sujetos que desean, compran y usan, siendo algo realmente terrible, puesto que de ello depende el futuro de la sociedad global. Semejante cantidad de unidades biológicas de consumismo pueden afectar al planeta en escala global si se les da el tiempo suficiente y dependiendo de sus acciones, se pueden resolver todas las problemáticas actuales o desarrollar un apocalipsis en muy breve tiempo.


Pregúntate:

¿Por qué razón pagamos un precio importante por una prenda de una marca reconocida y que tiene BIEN GRANDE el nombre de dicha marca en la vestimenta y continuamente le hacemos propaganda al vestir con ella? ¿Acaso no deberíamos cobrarle a los fabricantes por la publicidad que les hacemos?


    Sin embargo, vamos por la calle orgullosos de portar esa publicidad en el pecho que muchas veces pagamos una pequeña fortuna por vestirla... 


¿Es algo inteligente de parte nuestra?



    La economía de un país necesita de la industrialización, la industria tiene la mala costumbre de fabricar muchas cantidades de productos y allí es donde entramos todos: los productos deben tener compradores. Para lograr que el último eslabón sea posible nos deben enseñar, seducir u obligar a realizar la compra de esos productos. Nos educan, capacitan y perfeccionan a través de muchos canales de comunicación para ser "consumidores estúpidos", para ello cuentan con la publicidad y otras formas mucho más sutiles que hasta nos llevan a comprar cosas... que no necesitamos.


    Y con respecto a la vestimenta... Para hablar de ello hay "mucha tela para cortar" y supongo que éste artículo será el primero de una serie que enfocará diversos productos de consumo y su relación con nosotros, desde el punto de vista de sus consumidores. 



A MODO DE ACLARACIÓN: 
Para la comprensión del siguiente artículo debe tenerse en cuenta:

  1. Los textos tienen un estilo con cierto cinismo que debe interpretarse.
  2. Muchas referencias no se hacen directas con el fin de generar en el lector sus propias conclusiones.
  3. Las historias narradas en forma de ejemplos no corresponden a situaciones reales. Cualquier parecido con personas o acontecimientos de la vida real son pura coincidencia y lamentablemente se pueden ver a diario.
  4. Ninguna remera fue lastimada en la producción de éste artículo.



LA SALIDA DE COMPRAS...

    Vamos de compras porque hemos cobrado el sueldo, necesitamos unas remeras nuevas y por ello recorremos las tiendas de vestimenta. Tenemos que elegir entre dos prendas costosas o seis más económicas. Hacemos deleite de nuestro ingenio y nos decidimos comprar una costosa y tres económicas. Nos compramos una prenda de "marca" porque en el mejor de los casos nos autoconvencemos que al pagar el triple que otra prenda de "no marca", pagamos calidad. Generalmente cuando hablamos de calidad en textiles, tenemos en cuenta su durabilidad, es decir su resistencia al desgarre de costuras, del desgarre de la trama de la prenda, de la permanencia de su coloración tras los lavados, de la contracción de la prenda o de su estirado. Es decir, asociamos calidad con la perdurabilidad de las características originales de la prenda en el tiempo. Y eso, está bien.

    Tengamos en cuenta que realizaremos la compra de dos tipos de artículos de idénticas características con respecto a las materias primas como a su confección, salvo que uno es poseedor de una marca reconocida y otro no. Por razones obvias, tal circunstancia se verá reflejada en los precios de las mismas. Dejemos de lado el concepto de "moda" cuyo objetivo es crear la necesidad de la compra permanente de nuevos artículos, pues se debe llevar un análisis sólo para ella y que haremos a futuro.




    Entramos en un local de ropa deportiva "muy de onda" llamado "SPORT POOR QUALITY CLOTHES", quizá no sabemos que quiere decir, pero está en inglés y todo lo que está en inglés es bueno, está muy de onda comprar ahí, tienen mucha propaganda por la tele y además nuestro amigo Jean Claude Gómez compra sus pilchas en ése lugar. Un sitio moderno, elegante y atendido por vendedores para las compradoras y vendedoras para los compradores, todos portadores de una impactante sensualidad. Está claro que con semejante cantidad de fundamentaciones lógicas, comprar en ése lugar, es lo mejor que podemos hacer. 

¿Y cuanto sale? SALE 50% OFF
    ¿Por qué preguntamos -cuanto sale- en vez de "cuanto cuesta"? Pero bueno... frente al "sale" del inglés (venta), pega bastante en nuestra forma de hablar... je je je. 
    Lo que deberíamos preguntarnos es en verdad ¿Cuanto dinero innecesariamente SALE de nuestro bolsillo? je je je.


Y llegamos en el momento adecuado: ¡Hay un 50% OFF!. Si bien relacionamos OFF con un repelente que auyenta mosquitos, en el caso de las tiendas se trata de algo que atrae clientes. En muchos casos, sin saber que es realmente lo que quiere significar la frase 50%OFF, intuimos que es obvio que debe tratarse de un día de descuentos y uno del 50% debe ser importante. Nos ataca el vendedor y le decimos que "miraremos un poco". 

    Tras un ligero merodeo y deambuleo por los espacios pulcros y plagados de sutiles indicadores que dicen: "comprame", allí está... el pináculo de la vestimenta que portaremos, nuestra próxima remera: una que tiene un enorme logo de la firma fabricante en el pecho, garantía de la calidad que buscamos y el fin de ocultar nuestra desnudez y también, una forma de mostrarle a todo el mundo que pertenecemos a una especial élite que compra prendas de ésa marca. Miramos el precio: $400.- con el 50% de descuento. Increíble descuento. Pensar que la semana pasada estaba también a $400.- pero sin descuento, seguro que deben haber tenido un aumento al doble en su sueldo los jornaleros que cosechan el algodón y ésta semana por ello la remera se fue al doble. ¡Qué bueno que hicieran un descuento! A $800.- no la podría comprar...

    Salgo contento con mi remera nueva de marca de "SPORT POOR QUALITY CLOTHES" y voy a la busca de las remeras de "no marca" que usaré como prenda "de todos los días". Camino hacia el "CHINOPARAGUABOLISHOPPING" dispuesto a adquirir las tres remeras que cubrirán mi presupuesto.`





    Los pasillos parecen trincheras bajo fuego enemigo y las vamos recorriendo a medida que las vendedoras te atacan con productos y precios bajos.Tras esquivar una ronda de ametralladora y varios bazookazos llegamos a un puesto que se halla colmado de remeras de todo tipo y colores. No miro más que los precios, total todo es sin marca o con una marca de "fantasía" (o sea que no te vayas a creer que es de la marca que dice que es). Allí estan las destinatarias de los fondos pro-compra de remeras de no-marca: a tres unidades por $400.- De la mar de colores elijo los tres que más me impactaron: verde patito, negro oscuro y azul bermellón. Miro a la vendedora y simplemente digo: dame ésta, ésa y aquella... Tras el ritual de colocar en la bolsa los tres artículos ella me dice son $400.- Pago y salgo con la satisfacción de haber cumplido mi misión.


EL ANÁLISIS DEL USO Y MANTENIMIENTO DE LAS REMERAS

La remera de marca:                                     

  • La llevo puesta en ocasiones especiales (una vez a la semana), pues es costosa.
  • La cuido de todas las agresiones mundanas porque es de "marca".
  • La lavo a mano, tras apenas "un sólo uso", para que no se estropee.






Las remeras de "no marca":                                     

  • La llevo puesta todos los días (seis veces a la semana), pues total son las baratas.
  • Reciben salpicaduras de aceite cuando cocino las hamburguesas, el ketchup que se precipita hacia ellas cuando muerdo el sandwich, la grasa que chorrea de las empanadas en la cena y hasta quizá me las dejo puestas en alguna ocasión cuando duermo.
  • Finalmente cuando han superado todas las categorías de suciedad (casi limpia, ligeramente sucia, medianamente sucia, sucia y terriblemente sucia), me dedico a dejarlas en un lavado extenso en el lavarropas junto con un sinfín de otras prendas... de "no marca", por supuesto.

CONCLUSIONES:

    Al cabo de unos meses, tras la llegada del momento en que debo realizar la compra de nuevas unidades (remeras) para el recambio de las que compré aquella vez, puedo descubrir que:


  1.     La remera de marca reconocida parece aún "casi nueva", en tanto que, las de "no marca" se hallan manchadas y en algunos puntos de su integridad presentan agujeros, arañazos y desgarros, que son originados en su mala calidad.
  2.     Puedo confirmar que las remeras de marca reconocida, aunque en oferta (50%OFF en nuestro caso), son más costosas pero tienen una durabilidad muy superior a aquellas que no son de marca reconocida. 
  3. Lamento no poder comprar toda mi ropa "de marca" porque los fondos disponibles para la adquisición de vestimenta no son suficientes, ya que, comprar "de marca" es comprar artículos de calidad y ofrecen una durabilidad superior a los otros que no son reconocidos.


REFLEXIÓN FINAL:

    La vestimenta es una de las necesidades imprescindibles que debemos cubrir (ALIMENTACIÓN, VIVIENDA, VESTIMENTA), por ello es un "negocio" importante, lucrativo y muy competitivo. Dadas las características enunciadas, se utilizan innumerables estrategias con el fin de asegurar las ventas de los productos, entre otras, se invierten fortunas en publicidades que luchan por convencernos que debemos comprarlos.

PREGUNTA FINAL:


¿Eres un consumidor inteligente a la hora de comprar tu vestimenta?

Si haz descubierto que cometes errores al elegir tu ropa: ¿Vas a caer nuevamente en el mismo error?

No hay comentarios:

Publicar un comentario